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Hentai Ouji To Warawanai Neko - Volumen 3 - Capitulo 2



Capítulo 2

Una Enfermedad Mortal



Permítanme confesar. He fingido estar enfermo varias veces para faltar a clases. Por ejemplo, durante mi primer verano, ante los susurros del viento, le presté mi hombro a una joven que se hallaba dormida dentro del tren y elegí no despertarla. Hubo otra ocasión en la que esos mismos vientos de finales de invierno soplaban tan fuerte que me arrastre embobado debajo de las escaleras del puente peatonal para no perder la oportunidad con las señoritas que subían los escalones. Eran tiempos difíciles, y esos requerían voluntades fuertes. No me avergüenzo de mis decisiones. De todos modos, ya no entiendo el concepto de “vergüenza”. Pero hoy no pude evitar el encontrar extrañas mis acciones pasadas. ¿Por qué faltaría a la escuela? Si no hay mayor paraíso que la escuela misma.

——¡Los trajes de baño son los mejores! ¡Las chicas en sus ajustados trajes de baño son la cosa más hermosa que jamás haya visto!

En el edificio del club, desde un balcón del segundo piso, me apoyé en la barandilla y grité al aire. Y qué grito tan satisfactorio fue ese. Innumerables chicas en el patio real me miraron desde abajo, riéndose e incluso devolviéndome el saludo.

—Príncipe-kun ¡Te vez tan enérgico como siempre!

—¡Oye «Príncipe»!

—¡Parece que te estás divirtiendo!

—¡Por supuesto que sí! ¡Verlas a ustedes chicas vigoriza cada parte de mi cuerpo!

—Aww, ¿Estás diciendo eso de nuevo, Príncipe-kun?

—¡«Príncipe» obsceno!

—¡Si no corriges eso, ya no jugaremos más contigo!

—¡Es que todas ustedes fueron tan encantadores que no pude evitarlo! ¡Lo siento!

—Supongo que no se puede evitar, entonces~

—¡El «Príncipe» es súper lindo!

—¡Te enviaré un mensaje pronto!

Las chicas se carcajeaban unas con otras mientras me miraban. Hermosas chicas se extendían hasta donde el ojo veía. Y todas llevaban trajes de baño escolares. Olvidé mencionarlo antes, pero nuestro uniforme escolar es en realidad un traje de baño. Una vez que llegas a la escuela, debes cambiarte a un traje de baño. Después de colarme por la puerta trasera, tuve que quedarme en mi uniforme normal. Si ellas no se refirieran a Yokodera-kun como “Príncipe”, probablemente me hubiera sentido como un bicho raro. Es un nombre bastante razonable si lees el apellido de mi familia de manera diferente[1], pero aparentemente a las chicas les gustó. Gracias a eso, mi vida escolar es pura felicidad. No importa lo que grite desde los balcones de la escuela, no me llamaran pervertido de nuevo.

...¿Hm? ¿“De nuevo”? Extraño. ¿Cuándo me ha pasado eso? No hay forma de que me llamen pervertido. Si alguna vez me hubieran dado un apodo como ese, dudo mucho que pudiera manejarlo. Yo soy un Príncipe. Yokodera Ouji-sama. Amado tanto por las chicas como por el público en general.

—...Youto-onii-chan, ¿La escuela es divertida?

Emi se recostó sobre el suelo y señaló el vitral en la entrada al balcón. Se trataba de un adorno a la Anunciación de la Santa Madre María; una obra de arte muy religiosa. Sin embargo, no pude evitar sentir que la escuela hoy era un poco diferente de lo habitual. Por ejemplo, hasta donde se podía ver, todas las chicas solo vestían trajes de baño, así como el hecho de que había crucifijos en prácticamente todas las estructuras cercanas. Además de eso, los edificios de la escuela en su totalidad estaban hechos de ladrillo rojo, lo que de verdad hacía sentir a los estudiantes como si estuviéramos en Italia. Solo hay una cosa que todo esto podría significar.

—¡Es súper divertida! ¡No puedo esperar al festival deportivo!

—¡Así es, Youto-onii-chan! Me alegro. ¡No puedo esperar a ver ese festival deportivo! – Emi sonrió, satisfecha con mi respuesta.

Ella rodó por el balcón, agitando sus brazos y piernas por todos lados. Es realmente linda. Excepcionalmente linda. Más que nadie. Su lindura está a un nivel completamente diferente de las chicas de mis videos. Se siente como si mi corazón saltara de alegría.

Naturalmente, no soy un lolicon ni nada de eso. Esto es algo completamente diferente. Los lolicones desean que las chicas lindas nunca crezcan, mientras que yo anhelo que crezcan mientras se mantienen lindas. Supongo que se podría llamar a esta peculiaridad “Invertir para el futuro”.

—¡Gracias por mostrarme los alrededores! ¡Estoy súper~duper satisfecha!

Eventualmente, Emi dejó de rodar como un gato en torno al sol y se puso de pie.

—Ah, ¿Ya terminaste? Todavía hay muchos otros lugares que puedo mostrarte.

—Uuu… En realidad, aún hay algunas cosas que quisiera ver. Lo que pasa es que estaba tan emocionada por conocer las actividades de tu club que no pude dormir, así que me desvelé toda la noche jugando conmigo misma, y~

—Está bien~ Esta bien~, ¡Basta de repetir palabras sin saber su verdadero significado!Las cosas terminarán poniéndose muy problemáticas, ¡¡Especialmente para mí!!¿De acuerdo[2]? Si necesitas saber algo, solo tienes quepreguntarlo.

—¿Tienes algunos asuntos que atender por tu cuenta, Onii-chan? Emi está bien ahora, así que no hay necesidad de preocuparse por ella...

—...Buena chica~ Buena chica.

Con un semblante expectante, ella me miro desde abajo, y no pude evitar darle una palmada en la cabeza. Eso fue peligroso. Si yo fuera un bateador de bolas bajas, el bate se hubiera escapado de las manos.

—Bueno, es cierto que tengo que estar en otro lugar... Pero, como un regalo de mi parte para ti, ¿Por qué no te guío a la sala de música?

—¡Quiero ver la sala de música con Onii-chan! Más importante aún, ¡¡LA PISCINA!! ¡Quiero saber cómo convertirme en una experta de trajes de baño y así estar lista para el festival deportivo!

—Sería mejor si no lo haces.¡Para alcanzar tal iluminación primero tienes que hacer cuatrocientas sentadillas mientras “contemplas el entorno” a través de la estrechísima abertura en un muro de concreto![3], así que no es algo tan fácil.

—¡Nooo! ¡Si quiero! ¡¡SI QUIERO!!

Emi saltó varias veces como si estuviera intentando aplastar cucarachas con los pies. Después de eso, se aferró a mi brazo, se dio la vuelta y comenzó a tirar de él.

—Bueno, si insistes, entonces podemos pasar por la pista de entrenamiento del club de atletismo. A esta hora debería haber una Onee-san con una cola de caballo apodada «Rey de Acero» ejercitándose por los alrededores. Ella disfruta presentarle el club a los nuevos, así que solo dile “¡Quiero la misma rutina de entrenamiento que Yokodera!”.

—¿Y entonces que pasara?

—Eso pondrá a Acero-san muy feliz. Y solo tal vez, ¡También podrás convertirte en unaexperta de trajes de baño!

—¡Hurra! ¡Intentaré dar lo mejor de mí!

—Lo más importante son los intervalos durante los cuales “contemplas el entorno”. Y antes de hacer eso, solo procura correr a toda velocidad desde el principio para distanciarte del grupo. Una vez que termine mis asuntos, me uniré a ustedes.

...Pero pensando acerca de eso... ¿Por qué me sentía tan atraído por la piscina, de todos modos? Ya hay chicas en traje de baño caminando por todas partes. Puedo mirarlas donde quiera. Girando distraídamente mi gorra de béisbol con un dedo, escuché el pesado sonido de una campana. Era la gran campana que indicaba la llegada del mediodía. Después de la grande, las campanas más pequeñas en las torres cercanas también comenzaron a sonar.

Ding* dong* ding* dong*

Producían un eco impresionante. Si cerrabas los ojos y escuchabas con atención, casi podías sentirte como un europeo de la Edad Media disfrutando del sereno marítimo del Mar Adriático[4].Al mismo tiempo—~

—Tch* Idiota. Que calabaza tan inútil. Incluso pedí este deseo para ti, así que al menos dame prioridad.

También pude sentir como un chasquido de lengua era arrastrado por el viento. ¿Hm? Cuando miré a mi alrededor, todo lo que pude ver fue a Emi, sonriéndome con los ojos entrecerrados. Vamos viento, deja de jugarme bromas. No hay forma de que Emi pueda hablar con un tono de voz tan áspero. Después de todo, ella es mi chica con una sonrisa 100% perfecta...


La cafetería, localizada en el interior del octavo edificio, disponía de una terraza de lujo con mesas y sillas, lo que siempre provocaba una dura batalla entre los estudiantes por ese lugar especial; especialmente en días soleados como estos. A pesar de que el sábado es técnicamente un día libre, encontrar asientos disponibles seguía siendo una lucha.

A menos que seas una excepción como yo, claro está.

Llevaba una bandeja con tomates, queso, pizza de jamón y una botella de refresco de cola mientras me dirigía hacia un asiento en la esquina del patio.

—¿Puedo sentarme aquí?

—……Adelante – una respuesta contundente.

La persona que llegó aquí antes que yo (y probablemente todos los demás) llevaba una bandeja con suficiente comida para dos personas, y comenzó a masticar. Las victimas de hoy fueron varias tocinetas y espinacas carbonaras. Ya sea levantadas por una cuchara o envolviendo un tenedor, los sacrificios desaparecían a la velocidad de la luz. Entiendo totalmente por qué este asiento permanecía vacío en la terraza que de otra manera siempre se encontraba llena.

Esta es la primera regla de lo que debe hacer cuando quiera ponerse en contacto con Tsutsukakushi Tsukiko: Espere la hora del almuerzo. Mientras el olor de la comida permanezca en el aire, ella siempre aparecerá.

Con lo mucho que estaba comiendo esa pequeña chica, no me sorprendería si yo fuero el siguiente una vez que se acabaran las espinacas.

—No trajiste tu propio almuerzo, ¿Huh? No te vi en el patio ni en la azotea, pero me alegro de que estés aquí.

—Terminé mi almuerzo hace un momento.

—¿Hm? Entonces, ¿Qué es esto?

—Almuerzo.

—...¿Y qué hay de tu almuerzo casero?

—Eso fue para la práctica de mi festival deportivo. Terminé eso antes de la hora del almuerzo.

—Ya veo. Debe ser duro.

Según el dialecto rural de Tsukiko-chan, los refrigerios y el almuerzo están estrictamente separados. Por ejemplo, no importa cuánto haya consumido hace apenas un minuto, una vez que el reloj marque las doce, puede comenzar de nuevo. Hare una pequeña demostración de ello, así que todos aquellos interesados en cortejara alguna chica del campo, por favor tomen nota.

—...¿Quieres? – le mostré mi bandeja.

Partí la pizza por la mitad y empujé un pequeño plato hacia ella. En respuesta, Tsutsukakushi finalmente levantó la cabeza.

—¿Ya terminaste de mostrarle los alrededores a Emanuella-san?

—La dejé con Acero-san. Tsutsu... Tsukiko, quería almorzar contigo.

—…¿Es así? ¿Te doy un poco de espagueti?

—¡Gracias!

Esta es la segunda regla si quieres ponerte en contacto con Tsutsukakushi Tsukiko. Una vez que tenga comida, vaya al grano. Para ella, regalar algo de su propia comida es un gran gesto de cariño. El intercambio antes mencionado solo es posible una vez que alcanzas el tercer rango como “Inspector Emocional de Tsukiko-chan”.

Acepté agradecido el plato con los restos de espinaca carbonara, y comencé a hablar.

—Además, gracias.

—¿Gracias por qué?

—Cuando te adelantaste a la escuela. Estabas siendo considerada, ¿Verdad?

—No. Tuve mis razones – Tsutsukakushi negó con la cabeza, moviendo su pequeña boca mientras comenzaba a masticar la pizza.

Me volví bueno comprendiendo los sentimientos de este pequeño gatito, incluso con su carencia de expresiones. Pero ahora mismo tengo problemas para hacerlo. Aunque no creo que en realidad ella esté enojada conmigo. Tampoco parecía estar de mal humor.

Pero después de nuestros incidentes previos, comprendí que la mejor manera de descifrar los sentimientos ocultos detrás de sus ojos azules —–era preguntárselo directamente.

—Con que “tenías tus razones”... ¿Acaso esas razones no tienen que ver directamente con Emi? ~Que consté que solo bromeo~.

—...

—¿Por casualidad, no te agrada Emi?

—................. – los hombros de Tsutsukakushi se crisparon.

—Hmmm... Sé que puede llegar a ser un poco egoísta, pero creo que en el fondo es una buena niña.

Una vez que mordí el pedazo de pizza, un abundante sabor a queso llenó mi boca. Sí, esto es realmente delicioso. Es como si estuviéramos comiendo el famoso platillo de una costosa y elegante cafetería. Además de eso, chicas de la banda estaban practicando el tema de abertura del festival aquí mismo. La música danzaba con un ritmo perfecto bajo los continuos rayos de sol. Ahora que me percato de los detalles, parece que la fuente de agua al centro de la azotea era una especie de representación de los cuatro grandes ríos crecientes en el mundo, y se podían ver palomas paseando por el lugar, haciendo ruidos como si estuvieran expresando sus opiniones.

—...¿La comida de nuestra escuela siempre fue tan deliciosa? – Tsutsukakushi miró el pedazo de pizza en su mano.

—¿Hm? ¿A qué viene eso?

—No, tan solo pensaba que... Nada, ¿Estábamos hablando de Emanuela-san? – ella levantó su dedo índice —Déjame darte un ejemplo. Imagina que estás jugando al tenis.

—Ohoho, ¿Y cuál es mi estilo de juego? ¿Dobles? ¿Dobles mixtos de mujer y hombre? ¿¡Por favor dime que yo me posiciono en la línea,así capaz y puedo ver como la falda de mi compañera revolotea con sus saltos!?

—Ya veo que estás orientado a los detalles. Pues que sean dobles mixtos.

—...Eh, ¿E~En serio?

—Digamos que un día tu pareja te dice “No quiero seguir haciendo equipo contigo. Me gusta más una relación distante pero cercana. E incluso si practicamos el mismo deporte, en lugar de aferrarnos el uno al otro todo el tiempo, encontrarnos de vez en cuando es más emocionante”.

—¿E~Está bien...?

—Así que deciden disolver el equipo. La parte que fue rechazada deja de estar satisfecho con ese compromiso y, en cambio, decide esforzarse al máximo para algún día volver a estar en la misma cancha con su pareja. ¿Cómo crees que se sentiría ella si de repente ese compañero huyera y formara equipos de dobles con una tipa que incluso lo llama “Onii-chan”?

—...Um, ¿De quién estamos hablando?

—Este es solo un ejemplo. Entonces, ¿Cómo te sentirías?

—...Que me engañaron, supongo... Empezaría a preguntarme si de verdad mi pareja me prefirió a mi o a esa otra persona todo este tiempo.

—Si. Eso es exactamente lo que siento por Emanuela-san – Tsutsukakushi lo resumió con tanta indiferencia como siempre.

Por alguna razón, vi como las llamas del infierno se amontonaban detrás suya. Aunque es otoño, todavía hace bastante calor. Podía sentir el sudor corriendo por mi espalda.

—Um... bueno, lo siento.

—¿Porque te estas disculpando? Esto no se relaciona a ti de ninguna manera, tipo o forma, Senpai, ya que tú no juegas al tenis.

—¡E~Exacto!– tomé un largo sorbo de mi coca —P~Pero, en ese caso, el culpable seria el bastardo que formó una nueva pareja, y no la nueva pareja, ¿Verdad? ¿Enserio puedes culparla por eso?

—No, no estaba hablando de culpa o algo por el estilo. En esa situación, quien termino la relación fue el único que tuvo la culpa. Todo lo que podían hacer era perfeccionar su talento y practicar como si su vida dependiera de ello – Tsutsukakushi golpeó la mesa con los puños.

Ohhh, ella está motivada, ya veo. Supongo que jugare tenis con ella cuando tenga la oportunidad.

—Pero...

La música que llenaba el patio se detuvo. En este repentino silencio que nos rodeaba, se quedó mirando el plato vacío frente a ella, pensando qué decir. Al final, ella todavía no me miró.

——Ella desprende el olor de una mujer malvada e injusta que rompe las reglas cuando quiere. Tengo un mal presentimiento.

La voz de Tsutsukakushi era tranquila pero determinada.

—¿El olor de una mujer malvada?

Esta es la primera vez que escucho a Tsutsukakushi hablar mal de otra persona. Sin mencionar que su argumento se basaba en el olfato. No pude evitar cuestionarme si en realidad era una humana de verdad. Me eché a reír, pero a Tsutsukakushi no pareció gustarle mucho y empezó a golpear la mesa. Ella siguió enfurruñada hasta que le ofrecí la otra mitad de mi pizza.

—No tienes que creerme si no quieres. No me corresponde a mí decidir con quién gastas tu tiempo. En lo que a mi concierne, puedes darle todo tu dinero a una mujerzuela en un bar de azafatas y vivir en una caja de cartón por el resto de tu vida.

—Lo siento~ Lo siento~, ¿De acuerdo? No me reiré de nuevo. Realmente no lo entiendo, pero parece serio. Sin embargo, ¡No hay necesidad de preocuparse! Ella tampoco está en mi zona de strike.

—Eso está bien. Enamorarse de una niña pequeña de finitivamente no sería bueno.

—Sí, sí. De ninguna manera me sentiría atraído por una niña tan pequeña como esa.

—...Um, en realidad estoy hablando de su edad.

—¡Sí, pero eso es casi lo mismo! ¡Tiene que ser una chica grande en todo tipo de lugares! ¡Me alegra que estemos de acuerdo en eso!

He enfatizado eso innumerables veces hasta ahora, pero me gustan las chicas que son del tipo Onee-san. Sus pechos deberían temblar a través de la habitación si la abofeteo como lo haría un luchador de sumo. ¡Dosukoi, dosukoi![5] Eso me recuerda que a Tsutsukakushi también le gustan los luchadores de sumo. Cuando recordé esto, comencé a sonreír.

—¡Ouch!

—……

—Um, ¿Tsutsukakushi-san? Esa zona que estas aplastando persistentemente con tu pie es en realidad una parte vital de mi cuerpo.

—Estoy consciente de eso.

—Ya veo. Así que lo estas.

Cuando intenté recrear el gesto que Tsutsukakushi me había mostrado hace un tiempo, se desató el infierno debajo de la mesa. Usando una técnica que ni siquiera un árbitro de sumo podría ver, ¿Eh? Justo lo que esperarías de una futura miembro del Yokozunato[6].

—Así haya sido por un segundo, no sé ni porque me preocupo por ti. Que más se puede esperar del per~ – Tsutsukakushi parpadeó confundida —...Que más se puede esperar... De un Príncipe... Sí, Senpai es un príncipe... –Luego de decir su eslogan habitual, Tsutsukakushi inclinó su cabeza.

Se veía confundida, como un gatito que fue a su rincón favorito para dormir, solo para encontrarse con una manta desconocida. Sin embargo, finalmente se rindió y termino por aceptar la nueva mantita.

—Um, Senpai. Verte sonreír me ha hecho darme cuenta de algo. Siempre que te ríes con todas tus fuerzas, no puedes poner ninguna fuerza en tu cuerpo.

—¿Y?

—No importa cuán encantadora sea la sonrisa que una persona pueda hacer, si ella es capaz de formar un puño con su mano mientras la hace, esa sonrisa no es más que una fachada.

—Así que, volviendo al tema de los sentimientos honestos y las fachadas, ¿Eh? Interesante. Ya sabes, pero como regla general, cada vez que veo a una chica linda sonreír, solo puedo mirarla a la cara.

—…¿Es así? – Tsutsukakushi murmuró, golpeando sus mejillas con las palmas de sus manos.

Al mismo tiempo, la campana de la torre del reloj sonó dos veces. Acababa de empezar a sentirme lleno, así que era el momento perfecto.

—Dime, Tsutsukakushi, debes estar llena ahora, ¿Verdad? Creo que ya va siendo tiempo de ir a recoger a Emi adonde Acero-san, ¿Por qué no vienes conmigo? Así tal vez la conozcas un poco mejor.

—Eso es correcto. Las guerras modernas siempre comienzan con la recopilación de información.

—...Um, ¿Por favor dime que todavía seguimos hablando de tenis?

Tsutsukakushi ignoró mi pregunta y se puso de pie evitando el contacto visual. Lentamente abrió los botones de su camisa como si se estuviera preparando para la guerra, aunque creo que fue solo por el calor. Llevando su camiseta bajo el brazo, dijo “Vamos”. Sin ninguna razón en particular, sentí un fuerte deseo de golpear mi cabeza contra la mesa por la incomodidad. Eso era debido a que ella, al igual que todas las demás estudiantes además de mí, ahora llevaba un traje de baño escolar.


30.

Ese fue el número de veces que golpeé mi cabeza contra el muro del edificio de la escuela mientras caminaba por la circunferencia exterior.

—Senpai, parece que te falta algo de sentido común. Es vitalmirar al frente cuando caminas.

—Bueno, jajajajaja.Es que el mundo está tan deslumbrante hoy...

Sobretodo contigo mostrando tanta piel. Es demasiado deslumbrante, lo que me hace tan feliz como para preocuparme por cualquier otra cosa. Una chica caminando en el exterior mientras usa un traje de baño. ¿Cómo lo pongo? No puedo expresar con palabras cuánto lo aprecio. Por ejemplo, esto podría ser comparado con una amiga de la infancia que se casa con un nudista y luego te envía un video de sus vacaciones. ¿Comprendes el significado de eso? Bueno, ni yo mismo lo entiendo, así que dudo que tú lo entiendas.

—...Hoy estas un poco raro, Senpai.

Descuidadamente con sus dedos, Tsutsukakushi se acomodó el traje de baño en la zona cerca de su trasero, y luego me miró —¿Por qué me miras como un per~… Príncipe…? ¿Hay algo en mi cara?

—No, nada en absoluto. ¡Todo está perfectamente bien! Perfectamente normal...

Todo es normal y, sin embargo, no puedo apartar los ojos de ella. Con ropa holgada puede parecer una llanura perfectamente nivelada, pero en realidad cuenta con un recorrido pequeño, pero bien definido.

—...Qué príncipe más extraño – ella susurró mientras se meneaba incómodamente.

¡Aquí no hay nada de lo qué avergonzarse! ¡Este es nuestro uniforme escolar habitual, después de todo! O eso dice la famosa teoría científica. En realidad, no se puede evitar,ya que ciertamente es nuestro uniforme curricular.

Cuando doblamos la esquina en el quinto edificio y llegamos al campo de deportes, otro paraíso se abrió ante mis ojos.

—Oh Señor…

Para ser breve, Acero-san estaba haciendo sus estiramientos matutinos en traje de baño.




En los campos deportivos de nuestra escuela se encontraban las ruinas de un antiguo palacio sagrado y una cúpula, así como arcos del triunfo. Si me preguntas por qué, solo puedo decir “Porque si”.

Acero-san se hallaba tendida dentro de las ruinas de un teatro, estirando las piernas. Cómo lo describo... Se veía increíble. Si su hermana pequeña tenía una pequeña ruta de senderismo, su hermana mayor estaba equipada con montañas. El escarpado distrito montañoso se movía constantemente como un volcán. Si ella continuaba moviéndose de esa manera, los dos Everests azul marino no permitirían que nadie los desafiara.

—Esto está más loco de lo que imaginaba...

—…Príncipe-san. Oye, Príncipe-san.

La chica del curso de senderismo para principiantes me dio un ligero pellizco... Bueno, en realidad dolía un poco... No, definitivamente dolía, pero como dijo una vez George Mallory:

“¿Por qué subir montañas? Porque están ahí”

Y lo mismo es cierto para mí. Si la montaña está ahí¿Por qué no mirarla? No hay nada de lo que avergonzarse.

—Oooh, Yokodera. Justo acabo de finalizar mi práctica. La joven aspirante a miembro del club que nos enviaste está allí, aunque no estoy segura si podrá seguir tus pasos.

Cuando Acero-san notó que me encontraba ahí, paro sus ejercicios. Sus ojos transparentes, azul cielo, me sonreían. Su cola de caballo temblaba majestuosamente como la melena de un león. Realmente era la gobernante orgullosa del club de atletismo.

…Le sucedieron muchas cosas, yle están sucediendo muchas cosas, pero en la escuela es la presidenta ideal del club, y su actitud confiada y dominante lo demuestra. Y ella es una belleza por encima de todo eso. También es algo blanda de muchas maneas. Sin embargo, me gustaría ejercer mi derecho a permanecer en silencio cuando se trata de más comentarios personales.

—Ella pidió el mismo plan de ejercicios que tú. Es una niña bastante ambiciosa. Estuvo dispuesta a meter su cabeza en el pozo sin fondo, así que yo tampoco me contuve.

Acero-san debe encontrase en su periodo de recuperación, ya que pude ver algunas perlas de sudor cubriendo todo su cuerpo. Probablemente se ejercitó tomando su usual trote y carrera de larga distancia.

—Muchas gracias. Era el propio deseo de Emi… ¿Hm? ¿Dónde está Emi ahora?

—Youto... Onii-chan...

Escuché una voz débil, y después de mirar los alrededores por un momento, en el suelo marrón y sucio a mis pies, vi dos coletas que parecían trapos harapientos.

—¡¿Woah?! ¡¿Estás bien?!

Ella yacía allí sin signos de vida. Su cabello se hallaba revuelto, su ropa estaba sucia y su estómago convulsionaba como si la hubieran agredido. Toda luz se había desvanecido de sus ojos, y gemidos fueron todo lo que salió de su boca. Se aferró con fuerza a mis brazos mientras la sostuve, como si acabara de regresar de una breve visita al infierno.

—¡Despierta! ¿Y los trajes de baño? ¿Te acercaste al secreto de los trajes de baño?

—No, solo llegué a una pequeña fracción de las enseñanzas secretas...– Emi se rio.

Como de costumbre, hizo una sonrisa al 100%. De acuerdo con Tsutsukakushi, para descubrir sus sentimientos honestos, solo tenía que mirar sus manos, pero por supuesto, las manos de Emi estaban rígidas. Luego rápidamente se subió a mis hombros... Espera, ¿qué?

—¡Estoy compartiendo este conocimiento ahora!

Desde mi izquierda y derecha, golpes de martillo cayeron sobre mi cabeza.

—–¡No puedo creer que me hayas engañado así! ¡¡Dime de antemano si esa cabeza de calabaz

a tuya me va a mandar al infierno!!

Otra alucinación auditiva medio llorosa llegó a mis oídos. Dado que esa voz usaba palabras que la chica de la sonrisa 100% perfecta nunca diría en un millón de años, solo podía rogar porque esta alucinación dejara de molestarme.

—Me alegra que te estuvieras divirtiendo. Practiquemos juntos en otro momento.

—¡Hurra! ¡Estoy deseando que llegue!

–—¡Quién haría eso! Tú... Tú... ¡Calabaza ultra basura!

Levantándola mientras seguía siendo golpeado, tanto ella como yo nos reímos juntos. “¿No parecemos hermanos ahora?” En el momento en que dije eso, los golpes de martillo cesaron. Quizás ella esté feliz.

—Tsukiko. Cuando veo esto, no puedo evitar pensar en el pasado. ¿Por qué no hacemos eso también, por los viejos tiempos?

—Preferiría que no.

—Ahí, ahí, Tsuiko. ¡Qué admirable! ¡Mira lo alta que estás!

—Si no me bajas de inmediato, la cena de esta noche serán frijoles enlatados recalentados. No lo diré de nuevo. Bájame ahora mismo.

Un poco más lejos, las hermanas Tsutsukakushi también estaban jugando. Qué pequeño círculo feliz es este.Pero olvidé algo que parecía una realidad.

En momentos como estos, el verdadero problema siempre se revela.

Emi continuó luchando en mi hombro, pero su mirada de repente se volvió aguda, pegada a algo.

—…¿Qué es eso?

No estaba mirando a las hermanas Tsutsukakushi. Tampoco miraba a los miembros del club alrededor del circuito. En su lugar, Emi estaba concentrada en una esquina de la calle principal donde había árboles. Probablemente una persona creyó que había encontrado el escondite perfecto detrás de un árbol de platanus, pero en realidad, su trasero y cabello sobresalían a la distancia.

—Ahh, esa es una amiga. Su nombre es Azuki Azusa...

Fue la chica que continúo dándome dolores de cabeza...


Supongo que ya va siendo hora de explicar mi problema con Azuki Azusa. Dicho esto, en realidad no es tan grande como parece. Para ponerlo en términos simples, últimamente no he conseguido ponerme en contacto con ella. Por supuesto, sé la razón de ello. Es por lo que sucedió en la oficina gubernamental. Desde que vio el resultado del trágico malentendido entre Acero-san y yo, la dramaturgia se convirtió súbitamente en un sketch, y Azuki Azusa no se hapuesto en contacto conmigo desde entonces.

Solía ​​llamarme tres veces al día, pero ese número se ha reducido a cero. Recibía hasta diez correos electrónicos al día, y ese número también se ha reducido a cero. Siempre que trato de contactarla, ella no responde. Es lo mismo en la escuela. No importa a dónde vaya, no importa dónde espere, ella huye a la velocidad de la luz. Niega cualquier comunicación conmigo, hasta tal punto que podría vencer a un miembro del Club de Atletismo. Al principio, pensé que la había hecho enojar.

“¡No creí que fueras el tipo de persona que hace esas cosas frente a otros!” Percibí esas palabras como las protestas de todos en el mundo. Ahora bien, esto es verdaderamente un problema. Pero aquí es donde las cosas se complican aún más. Azuki Azusa no solo huía cada vez que se me acercaba. Siempre que Acero-san y yo nos juntábamos por cualquier motivo, aparecía de la nada. Ella se escondía en las sombras, observando desde la distancia como un perro medroso y callejero, pero de buen porte.

Esto tampoco era solo una metáfora. Realmente sentí como si ella me estuviera ladrando desde la distancia. Tanto es así que aluciné con ella meneando una cola, estremeciéndose desesperadamente de izquierda a derecha. Pero en realidad, ¿Qué quiere Azuki Azusa?

“¿Qué quiero yo? ¿¡Que quieres tú!? Me gustas, así que por favor préstame atención. ¡¡Espero que entierres tu cabeza en tofu y mueras como el bastardo denso que eres!!”

Se sintió como una extraña mezcla de emociones. Pero lo mismo de siempre, de cierta manera.

Sin embargo, las cosas son diferentes ahora. ¿Qué pasa si, por pequeñas que sean las posibilidades, ella de verdad siente algo por Yokodera-kun o Acero-san? Se habría sentido herida luego de ver esa escena decisiva. Si dejas de lado quién de los dos era más de su tipo, y yo mismo estaba algo preocupado por quién era más de su tipo... Bueno, dejare esa imagen residual como historia hipotética. El punto es que no quiero lastimar a uno de los pocos amigos que tengo. Por eso quería explicarle la verdad a Azuki Azusa. Quería explicarle todas las circunstancias y hablarle simplemente con la verdad. Que todo fue solo un malentendido de Acero-san. Que todavía quiero que seamos amigos como antes.

No creí que mis sentimientos lograrían transmitirse en un correo electrónico, así que le escribí una carta. La redacté con una letra lo más limpia y ordenada que pude, y la reescribí innumerables veces hasta que el papel se tornó oscuro. Le puse un sello de shiba inu[7] y lo guardé en su casillero de zapatos.

Estoy bastante seguro de que Azuki Azusa debe haberla leído. Ella no es el tipo de persona que tira una carta sin leerla primero. Pero no hubo ningún cambio en su conducta posterior.

Siempre que me acercaba a ella, huía inmediatamente. Si decido rendirme con ella, se me acerca. Aunque debería conocer la verdad, mantiene una posición neutral, observando desde lejos. ¿Qué razón tiene ella para seguir haciendo eso? Piense en esto como un juego de citas. ¿Qué pasaría si uno de los supuestos objetivos románticos no hace ningún contacto con el protagonista? Ese tipo de escenario seria arrojado a la basura por el jugador y ella perdería su lugar por alguna chica nueva y misteriosa. Naturalmente, aquí solo estamos hablando de un estereotípico videojuego.

Sin embargo, estas circunstancias actuales son una realidad, por lo que simplemente no puedo saltarme la ruta. Tengo que hablar con Azuki Azusa. De hecho, quiero hablar con ella. Pero no puedo. Me destroza.

Y ese sería mi problema con Azuki Azusa.

Volvamos al presente.

Mientras observaba a Azuki Azusa, que estaba tratando desesperadamente de ocultar su cabeza y su trasero –cuando en realidad no ocultaba nada en lo absoluto – no sabía qué hacer. Hoy estaba siendo su distanciada yo habitual.

Pero había algo más.

—... ¿Por qué está ella aquí?

Emi por lo general era ingenua e inocente, pero ahora tenía una expresión tensa. Sus labios estaban temblando, sus ojos se encontraban bien abiertos y todo el color se había desvanecido de su rostro, como si estuviera tratando de ejemplificar la palabra “aterrorizada” en un juego de charadas.

—¿Qué pasa? ¿Está pasando algo?

—No... No es nada. Nada en absoluto – ella sonrió como si hubiera recordado algo —Me voy a casa. Nos vemos luego, Youto-onii-chan.

Dejando solo estas palabras atrás, sin darme ninguna oportunidad de negarme, Emi se separó de mí. Comenzó a correr hacia la cúpula, tropezó y dio otro salto mortal. Como un torbellino, pasó la puerta y desapareció de los terrenos de la escuela. La prenda de una pieza que estaba usando pronto abandonó mi vista.

—¿Qué fue eso?

¿Quizás tenía que ir al baño? Supongo que se estuvo reteniendo todo este tiempo. Si este fuera uno de mis videos especiales, entonces ese sería el caso, de todos modos.

Como nota al margen, Emi definitivamente había regresado a casa ese día. Porque al día siguiente, cuando la llamé y le pregunté al respecto...

“¡Exactamente! ¡Eso es lo que ocurrió, Onii-chan! ¡Una súper calabaza!” Dijo con voz feliz, confirmando mis suposiciones.De todos modos, cualquiera hubiera determinado que solo eran las grescas sin sentido de una niña de primaria.

Volviendo de nuevo al presente, las hermanas Tsutsukakushi la miraron confundidas, mientras que Azuki Azusa seguía siendo Azuki Azusa, ahora asomando la cabeza por debajo de la sombra del árbol. Sus ojos estaban parpadeando aturdidos, solo mirando en la dirección a la que Emi había corrido.

Ahora bien, esta es una buena oportunidad.

Traté de ser lo más sigiloso posible. Pasé la red de pelota y tomé el camino más largo para llegar a donde ella se encontraba. Corriendo por la pasarela principal, me deslicé entre los árboles de platanus y me acerqué a ella por detrás.

—¡Oye, Azuki Azusa! ¡Juguemos Luz Verde, Luz Roja!

—-?!

La agarré por los hombros con tanta fuerza como pude. Su cabello esponjoso se puso de punta y su cola imaginaria quedo rígida. Sobresaltada, Azuki Azusa agito agresivamente sus brazos y piernas. ¡Pero no permitiría que ella escape!

—¡Espera un segundo, Azuki Azusa! ¡Por favor, escúchame!

—¡No! ¡Detente! ¡Déjame ir! ¡Me enojaré si eres bruto conmigo!

Sostuve las manos de Azuki Azusa, forzando sus dos piernas al suelo, pero para cuando contuve sus extremidades y lo pensé adecuadamente, a ninguno de nosotros le quedaban piernas para soportar nuestro peso, así que caímos al suelo. Nuestros brazos y piernas se enredaron de una manera incómoda, y ya ni siquiera sabía de dónde la estaba agarrando. Solo había una cosa que sabía con certeza.¡Todavía quiero ser su amigo! ¡Quiero resolver este malentendido de una vez por todas...! ¿Espera, entonces no serían dos cosas en lugar de una?

—Mi oportunidad finalmente ha llegado. ¡No te dejaré escapar hoy!

—¡¿Q~Qué estás hablando?! Q~Q~Q~Q~Q~¿Qué vas a hacer?

—¡Quiero llegar hasta el final contigo, Azuki Azusa! ¡No puedo contenerme más! ¡Acepta todo mi amor!

—¡Noooooooo! ¡Pervertido! ¡Bestia! ¡Lobo de luna llena! ¡Mamá, Mamaaaaaa!

Como resultado de mi sincera confesión, Azuki Azusa protesto con más fuerza, esta vez inclinándose para insultarme. Eso me obligó a inmovilizarla aún más, permitiéndome finalmente respirar.

—Muy bien... Escucha con atención, Azuki Azusa.

Cuando volví a mirarla, vi los resultados de nuestro combate de lucha libre. El cuello de la querida Azuki Azusa-san estaba torcido, un botón de su blusa había desaparecido y el dobladillo de su falda casi revelaba lo que había debajo. Mi~mi. ¿Qué le pudo haber pasado a nuestra Ojou-sama?

—¡Uuuuu…! ¡¿Quién te escucharía así...?!

Sé que me estoy repitiendo, pero Azuki Azusa era bastante hermosa. Dejando a un lado mis preferencias personales, era sin duda una de las chicas más bonitas de su grado. Si Tsutsukakushi poseía la habilidad de atraerte con sus ojos, entonces Azuki Azusa tenía piedras preciosas brillantes. De todos modos, esta misma niña ahora estaba tendida a la sombra de un gran árbol, con una apariencia que nunca esperarías que tuviera, husmeando y llorando. Además de eso, se encontraba siendo retenida por un chico del mismo año. Ahora, ¿Qué pensarían los espectadores si vieran esto?

—¡Wahaha! Estás tan enérgico como siempre, Príncipe. Estoy celoso.

—Principe-kun es un alborotador. Asegúrate de llevarla a casa una vez que la escuela cierre, ¿De acuerdo?

El profesor de matemáticas, también conocido como Daruma[8] mostacho, y la maestra responsable del año estudiantil, Anteojos-sensei, dieron respuestas risueñas al pasar junto a nosotros en la calle principal. Esencialmente, nos ignoraron. Y eso tiene sentido. Soy Yokodera Ouji, un príncipe. Amado por todos los maestros.

—…Príncipe-san. Prin... Cipe... san... Príncipe-san.

—¿Hm?

Alguien me estaba pinchando la espalda.

—¿Qué pasó entre tú y Azuki-san, Principe-san? Hacer algo como esto de la nada no es bueno. Tengo que expresar mi malestar – una chica inexpresiva estaba a mi lado.

Y luego, aunque parecía que todavía estaba tratando de decir algo, empujó mi cuerpo con ambos brazos, liberando a Azuki Azusa de nuestra situación pegajosa. También se podría decir que me estaba arrancando de algo completamente diferente.



Al pie de la torre del reloj del séptimo edificio, cerca de la vía principal, había un viejo banco de madera. Utilizando ese banco, formamos una escuadra. En términos más simples—~

¡Uuuu... Uuuuu...!

Hicimos que Azuki Azusa se sentara en el banco, y ella gruñó disconforme.

—Ya veo. Ella está diciendo que el solo hecho de ser arrastrada tan bruscamente a un callejón por ti, sin siquiera darle la oportunidad de procesarlo, no es algo bueno, y que definitivamente no lo vuelvas a hacer.

Tsutsukakushi estaba intentando tranquilizarla mientras traducía sus palabras para mí.

—Te comprendo. Yokodera es un chico sincero, después de todo. Si pasas mucho tiempo cerca de él, su franqueza puede ser demasiado agobiante como para sobrellevarla. Si hay algo a lo que culpar, es tu naturaleza, favorecida por los mismos dioses...

Acero-san asintió para sí misma, interpretando las cosas a su manera.

—Yo solo quería atraparte para hablar, lo siento. Me alegro de que sigas en la escuela. ¿Estás practicando para el festival deportivo?

Respondí, y Tsutsukakushi le transmitió mis palabras a Azuki Azusa... Puede sonar extraño viniendo de mí, pero este “jueguito del teléfono” tiene demasiados sentimientos involucrados. Se supone que los teléfonos solo tienen que ver con la transmisión de datos. Pero en el instante en que intentaba acercarme al banco y tener una conversación directa con Azuki Azusa, ella solo mostraba signos de huir. Antes de darme cuenta, terminamos repeliéndonos como los polos de algún imán. ¿A quién debo pedir ayuda para solucionar este problema?

—…Espera, eso me recuerda. ¿Por qué no estás usando el uniforme de la escuela, Azuki Azusa?

Intenté hallar una manera de comenzar algún tipo de conversación, así que pregunté sobre eso. Desde el desafortunado incidente de hace unos momentos, Azuki Azusa había estado acobardada, protegiendo su cuerpo. Al igual que yo, ella vestía la ropa que usamos cuando venimos o regresamos a casa desde la escuela. ¿Acaso olvidó su traje de baño hoy? Qué lástima. Ese es el único sentimiento que lamente respecto al asunto, honestamente.

Pero en lugar de eso, Azuki Azusa abrazó sus hombros.

—…No quise ponerme mi traje de baño –ella lo dijo, con un tono de voz contundente.

—¿Por qué no?

—Porque me harían cosas raras.

—¿Quién?

—Un pervertido.

—¿Qué pervertido?

—Tú – justo cuando finalmente comenzamos a tener una conversación medio decente, de repente me señaló y dijo esas cosas.

¿Un pervertido? ¿Quien? ¿Yo?

—Jajá, esa broma dolió un poco. No hay forma de que yo haga algo así. Solo pregúntale a todos los demás.

—Mentiras – Azuki Azusa respondió con voz firme.

La luz brillante desprendida por sus ojos esmeralda me traspaso como una cortina atravesada por la luz solar.

—Tu eres el tipo de pervertido al que se le ocurriría crear su propio diseño indecente de traje de baño. Eres la clase de pervertido que se sentiríamejor en un día de mierda siempre que alguien lleve un traje de baño. No puedes ver a una chica en traje de baño porque te vuelves loco, pervertido. ¡¡Y AÚN CON ESAS NO QUISISTE VENIR A OKINAWA[9]!! ¡Llamarte pervertido es tan fácil como recordar que un panda tiene manchas blancas y negras!

—¿Q~Que estás diciendo...?

Todas estas acusaciones me golpearon lo suficiente como para hacerme tambalear, y no de forma metafórica. ¡¿Qué pude hacerle para que pensara así de mí?!

—Pervertido... Príncipe ... Pervertido-san... Príncipe-san... Pervertido-san... Un verdadero pervertido, sí.

La que había asumido era mi aliada, Tsutsukakushi, de repente comenzó a estar de acuerdo con ella. Como un gatito que finalmente encontró su manta desaparecida, se aferró a esta palabra especial y se volteo en mi contra. Al final, tanto Tsutsukakushi como Azuki Azusa terminaron hablando al mismo tiempo.

—¡Pervertido! ¡Yokodera es un pervertido! ¡Un pervertido de pies a cabeza!

—Él realmente era un pervertido. Claro que lo es. En verdad es un pervertido.

—¡Así es! ¡Es un pervertido! ¡Un babuino degenerado, un orangután depravado, un lobo pervertido!

Y así fue como se desarrolló este singular juego de adjetivos, donde el tópico principal hacía referencia a mi supuesta indecencia... Ahora en serio ¿Qué demonios pasa aquí? ¿Qué hice yo para merecer esto? Soy un príncipe. Soy Yokodera Ouji—–

—Senpai es un pervertido, después de todo – Tsutsukakushi murmuró, casi como si todo estuviera cronometrado en un intento de desequilibrarme.

Y si era el caso, déjenme decirles que tuvo éxito.

Con una voz tranquila y plana, rebosante de ternura, me dio la última pieza que necesitaba para armar este rompecabezas. Sentí escalofríos de satisfacción recorriendo todo mi cuerpo. Incluso yo me había estado preguntando qué se encontraba mal conmigo, pensando “Ah, incluso nuestro dichoso Yokodera-kun puede caer en la desgracia”.

Senpai Es Un Pervertido Después De Todo.

Senpai es un pervertido después de todo.

¡¡SENPAI ES UN PERVERTIDO DESPUÉS DE TODO!!

Estas palabras mágicas se hundieron profundamente en mi cuerpo, despejando la bruma que nublaba mi interior. Me sentí como un idiota por seguir usando esta gorra de béisbol, así que con apuro me la quité sin que nadie se diera cuenta.

Yo soy Youto Yokodera, el «Príncipe Pervertido». Ninguna chica me trataría amablemente. Un montón de recuerdos que me implicaban siendo un pervertido volvieron a mi mente como la plaga. Hombre, ha pasado un tiempo. ¿Te ha gustado este sueño? Bueno, eso se acabó. En su lugar, ahora acepte este puñetazo en el estómago.

—…Oye, ¿Están bien? Se ven como el extraño sequito de alguna nueva secta muda – Acero-san, que se había mantenido callado hasta ahora, me susurro al oído con una expresión súper seria.

Su expresión preocupada me dio una sensación de alivio. Ella era la única que nunca había tratado a Yokodera-kun como un pervertido. Si no supiera que ella ya tenía a una persona que amaba, podría haberme enamorado de ella hace tiempo. De todos modos, en cuanto al fundador de la iglesia religiosa de “Pervertido”, Azuki Azusa todavía se encontraba con sus actividades de iluminación. Qué chica tan apasionada. Se sentó en el banco, encogiéndose detrás del hombro de Tsutsukakushi.

Suspirando, la chica inexpresiva en traje de baño la miró.

—…Oye, ¿Por qué estás usando un traje de baño? Sabes, estamos en la escuela – Preguntó Azuki Azusa.

—Lo llevo puesto porque estamos en la escuela ¿No?...

—Eso no es lo que quise decir. Esto es una escuela. Eso es un traje de baño. Este es un uniforme. ¿Comprendes lo que digo?

Después de que Azuki Azusa le dijo eso, Tsutsukakushi miró más de cerca a la chica; la falda y blusa que llevaba, para ser específicos. Luego miró su traje de baño. Entonces, con una expresión indiferente, tiró de la fina tela adosada alrededor de su pecho y la despego. Por alguna razón no paro de mirarme después de eso, pero ahora que Azuki Azusa lo había mencionado, parece que el hechizo vinculado al deseo se había desvanecido.

Determine que la acción más sensata seria animarla luego de pasar todo el día en ese “uniforme”.

—P~Pienso que te queda estupendo. Los trajes de baño hacen a la mujer, y en realidad te veías especialmente adorable mientras caminabas así por la escuela.

—………

—Ahora que lo pienso, esta fue la primera vez que pude deleitar mis ojos con tu glorioso cuerpo mientras usabas un traje de baño, Tsutsukakushi. No pensé que se te vería tan bien. Jajaja.......

—………

Tsutsukakushi Tsukiko no podía hacer ninguna expresión, sin importar la situación. Ella permaneció tan impecable como siempre. Sin embargo, por solo un momento, pude sentir como palidecía, ya que lentamente, como si estuviera en cámara lenta, ella se derrumbó en el suelo.

—Mi plan perfecto del traje de baño... No aquí...

Tsutsukakushi ahora se encontraba acostada de lado, mientras temblaba. Parecía un boxeador que había entrenado arduamente para conseguir el título mundial, solo para luego ser apaleado en la calle por algún delincuente anónimo. Pero, ¿Por qué? Además, y esto no está relacionado en absoluto, ¿Cómo que plan secreto? Esas dos hermanas verdaderamente son iguales.

Justo cuando decidí que probablemente debería ayudarla a levantarse, Azuki Azusa se interpuso entre nosotros. Amenazándome con una mirada dura, tomó a Tsutsukakushi y la ayudó a entrar al edificio de la escuela. ¿Existe una tienda que me pueda ayudar a fijar la distancia entre dos imanes de una misma polaridad? Porque el problema entre Azuki Azusa y yo seguía ahí.



Tsutsukakushi terminó de cambiarse veinte minutos después. En ese tiempo, Acero-san y sus dos Everests azul marino tuvieron una conversación conmigo.

—Personalmente, pienso que un traje de baño se siente más fresco y cómodo a la hora de hacer ejercicio. ¿Por qué no hacemos de esto la moda atlética del siglo XXI? ¿Qué opinas, Yokodera?

—¡Es una gran idea! ¡Tienes todo mi apoyo!

—¿Es así? Pues a partir de ahora, empezaré a usar esto la mayor parte del tiempo.

...O eso fue lo que dijo ella, pero cuando regresó a casa, su hermana pequeña la convenció de lo contrario.

Además, Azuki Azusa nunca regresó.

—“No quiero hablar con un pervertido. No me molestes” – fue el mensaje que Tsutsukakushi me transmitió en su lugar.

—Eso dice, pero si “no la molesto”, ella solo volverá a mirarme desde lejos como un cachorro asustado...

Frustrado, pateé el banco vacío, pero fue más duro de lo que pensaba. Realmente no entiendo a las mujeres. ¿Por qué usan faldas tan cortas y luego las cubren con su mochila cuando suben las escaleras?

—¿Ustedes dos están peleados? Pelear no es bueno. Nada bueno – Tsutsukakushi me miró claramente preocupada, aunque para ser honesto, no sabría cómo responderle —Quiero que Senpai y Azuki-san sean tan cercanos como antes… Pero el hecho de que sean tan íntimos es un poc~– no obstante, fue detenida a media oración por el sonido de las campanas, finalizando así nuestra conversación.

Nosotros nos encontrábamos justo debajo del séptimo edificio de la torre del reloj, así que el sonido fue casi ensordecedor. Mientras Tsutsukakushi se tapaba los oídos, con apuro regresamos a la calle principal. Como un perro y un gato huyendo del enemigo con el rabo entre las patas. Por otra parte, no se podía evitar.

—...¿Incluso ahora nos miras de esa forma?

Y justo cuando llegamos a la calle principal, pude sentir como algo nos observaba desde la cima de latorre del reloj. Esa torre consistía en un edificio elegante, de siete pisos de altura, pero había un pequeño techo sobre el campanario, y encima, se encontraba una estatua de aspecto ominoso y aura siniestra. Haciéndome señas hasta el cansancio y llamando la atención con su jocosidad toxica, se trataba del «Gato de Piedra» de la Casa Tsutsukakushi. El dominaba la escuela mientras se hallaba en el centro de todo.

Si. Comprendí el mensaje. Se trata de un deseo, ¿No es así? Solo vete a casa ya, condenado dios...

Azuki Azusa no solo nos ayudó a darnos cuenta de que yo era un pervertido; también hizo que notáramos los trajes de baño y al «Dios Gato» gobernando la escuela. Sin mencionar que, gracias a esa acción, ahora resultaba obvio el cambio total de las instalaciones. Nuestro instituto era una escuela promedio que podrías encontrar en cualquier parte. Pero ahora tenemos campanas sonando, una catedral, algunas iglesias, un templo confuciano e incluso ruinas. No parecía haber nada que relacionara a estos patrimonios europeos con alguna especie de antiguo dios asiático olvidado.

O al menos así parecía a simple vista.

Después de que Azuki Azusa le dijo esto a Tsutsukakushi, y ella a su vez me lo dijera a mí, solo pude reír. No cuestione estos cabios ni por un segundo. Si no nos lo hubiera dicho, habría seguido pensando que esta era mi usual vida escolar por toda la eternidad. E incluso si me hubiera convertido en una chica de un día para otro, simplemente podría haber vivido el resto de mi vida sin darme cuenta.

Eso es asombroso.

Me hierve la sangre. ¿Podrían hacerme saber estas cosas más temprano la próxima vez, por favor?

——De todos modos, lo importante es que esa brújula en mi cabeza, qua había estado desatinada todo este tiempo, ahora apuntaba en la dirección correcta.

—Parece que alguien pidió otro deseo – como si estuviera leyendo mis pensamientos, Tsutsukakushi llegó a la misma conclusión que yo.

  1. Primero: Pon una gorra de béisbol en la cabeza de Yokodera-kun y haz que lo traten como a un príncipe[10].

  2. Segundo: Convierta a los trajes de baño de cuerpo completo en el uniforme estándar de la escuela.

  3. Tercero: Cambie fundamentalmente la estructura de la escuela para darle un ambiente italiano.

¿Cuál era conexión entre esos deseos?

Esta sensación que me atormentaba era demasiado familiar. En definitiva, se parecía mucho a uno de los eventos sucedidos en la Casa Tsutsukakushi.

Estoy hablando de la vez en la que Azuki Azusa fue convocada al almacén, y por alguna razón, termine esposándola a la cama.

Esa sensación suave y esponjosa de entonces todavía persiste en mis células cerebrales, y debo de admitir que no me lave las yemas de los dedos por un buen tiempo luego de eso. Pero el punto es que mi cabeza se sintió nublada hasta que Azuki Azusa retiro su deseo.

Sin cuestionar, sentí que tenía que hacerlo sin importar qué.

Algún efecto similar debe ser lo que provoco que todos pensaran que los trajes de baño son uniformes y que de repente empezaran a tratarme como un príncipe. Pero el deseo de esta vez todavía no ha sido cancelado. La escuela no ha vuelto a la normalidad y las chicas de allí aun llevan trajes de baño. Incluso la gorra de béisbol sigue en mi mano. Eso significaría—–

—Pero Azuki Azusa en realidad logro percibirlo...

Ella había logrado liberarse del control mental de la Estatua del Gato sin la ayuda de nadie. A diferencia de Tsutsukakushi y yo, que no fue sino hasta que nos remarcaron las discordancias que pudimos darnos cuenta de lo que estaba mal, a ella solo le tomó un intento. ¿Pero cuál es el motivo de tal divergencia? ¿Odia los trajes de baño más que Tsutsukakushi? ¿O su ímpetu contra los pervertidos es demasiado fuerte? La verdad no pude determinarlo.

—Aun así, esto se ha vuelto bastante problemático.

—¿Qué exactamente?

—Alguien deseo que el mundo cambiara de esta manera. Pero todos los que conocen al «Dios Gato» residiendo en la Casa Tsutsukakushi deberían conocer los riesgos de pedirle un deseo. Y, sin embargo, las cosas terminaron así...

—...¿Estás hablando en serio?– Tsutsukakushi, que había estado caminando cerca, se detuvo de repente.

Caminó presurosa, mirándome a los ojos con su usual mirada inexpresiva. Vaya, siento mucha presión aquí.

—¿Qué quieres decir?

—Creo que este incidente es bastante fácil de descifrar. Aunque las cosas son un poco más complicadas esta vez, puedo ver un patrón en todo esto. Los uniformes se convirtieron en trajes de baño. Senpai está siendo tratado como un príncipe. La escuela se volvió más divertida. Si lo miras desde ese ángulo, la conexión es evidente.

—Sí, creo que te entiendo.

—La única persona que se beneficia de todo esto eres tú, Príncipe-san.

—Ya veo... ¿Eh?

Y antes de darme cuenta en donde estaba parado, el juicio en mi contra había iniciado, y la sentencia fue dada ahí mismo. La fiscal era Tsutsukakushi y el acusado fue Yokodera. Ya tenía la soga puesta sobre mi cabeza...

—¡¿Qué, eh?! ¡P~Pero no soy yo!

—Solo hay una persona que llegaría tan lejos para hacer que todo el cuerpo estudiantil use trajes de baño. ¿Y quién estaba tan feliz de ser llamado “Príncipe” de nuevo?

—¡Estas equivocada! Quiero decir, ¡Es cierto que no me molestaría disfrutar de mi vida como estudiante sin la etiqueta de “Pervertido”! ¡Y también es cierto que queme en mi retina la imagen de ti utilizando ese traje de baño! Y tampoco voy a negar que puede verlo todo de nuevo cada vez que cierro los ojos... Hee* hee* hee* pero~

—¿Es así? Entonces nunca volveré a usar un traje de baño frente a ti. Confiar en el «Dios Gato» para satisfacer tus deseos carnales es algo que solo un pervertido despreciable haría.

—Sucumbí a la tentación y reflexionaré sobre mis pecados… ¡Espera, no es eso! ¡No le recé a esa cosa!

—Solo bromeo.

—¿Huh?

—No soy quien para juzgar. Entiendo lo que es estar lo suficientemente desesperado como para confiar en el «Dios Gato»– Tsutsukakushi tomó mi mano.

No había ira en sus ojos; solo comprensión... ¿Por qué siento como si me hubieran metido una bofetada?

—No creí que tus problemas en la escuela te afectaran lo suficiente como para recurrir a él, pero fue cruel de mi parte hacer como si nada estuviera pasando. Lo siento... Solo recuerda, que sin importar como te llame o si eres mal visto por los demás, yo siempre seré tu aliada, Senpai. Ten eso en mente para la próxima.

—P~Para... no seas tan amable conmigo...

—Cerraré los ojos dos o tres veces, así que disfruta de este mundo al máximo. Pero una vez que estés satisfecho, afrontemos la realidad juntos. Siempre estaré contigo. Así que no me importaría llamarte “Príncipe” de vez en cuando ¿De acuerdo? Eventualmente tendrás que cancelar este deseo, Príncipe-san. La gente puede vivir del pan, pero no puede vivir de los sueños...

Por supuesto que sería amable conmigo. Tsutsukakushi es la clase de ángel que trataría de reformar a un miserable que acaba de robar un video de 100 yenes a una tienda de pornografía.

Lo que me dolía es que ella estaba convencida de que lo hice.

Me dejo sin palabras. Tsutsukakushi continuó con su benevolencia cristiana, murmurando cosas como “Así que no estas satisfecho con mi compañía, ¿Eh?” o “Solo por esta vez, ¿De acuerdo?”, claramente actuando como una Onee-san. Ella de verdad estaba bien preparada como miembro del Club de Bienestar Infantil, ¿No les parece? Pero, al final, me quedé siendo considerado un pervertido, y mi única aliada ahora dudaba de mí.


“La desesperación es una enfermedad mortal”

Eso fue lo que dijo una vez el filósofo danés Kierkegaard[11]. Ya que él era la clase de pervertido que sentiría deseos carnales por lolis maids[12], no creo que pudiera llevarme bien con él, pero ahora mismo comprendo totalmente lo que intentaba decir. No me importa en lo más mínimo el ser ignorado por mis compañeras de escuela o que todos me tilden de pervertido. Mientras pueda fingir que solo estoy rodeado de un montón de tsunderes hardcore, puedo vivir feliz otros 100 años. Pero que Tsutsukakushi no creyera en mi... Fue entonces cuando sentí verdadera desesperación.

—Los trajes de baño son lo mejor... La imagen de las chicas ajustando sus apretados trajes de baño es la vista más hermosa que podría imaginar...

Me paré en el balcón de la torre del reloj en el séptimo edificio, justo debajo del campanario, y murmuré para mí mismo en soledad. El campanario se encontraba justo en medio del coliseo, y era el edificio más alto de la escuela, lo que permitía a uno apreciarla en su conjunto. Entre todos esos caminos dispersos, podía ver el trayecto utilizado para regresar a casa que, por la aglomeración de estudiantes, ahora se había convertido en una especie de telón azul de chicas en trajes de baño cubriendo el camino. Incluso con el aire depresivo, la vista me parecía perfecta...

—De verdad es un mundo hecho a mi gusto, ¿No?

¿Cómo lo pongo? Siento que todo esto tendrá un final feliz si solo acepto que ha sucedido por mi culpa. Como mínimo, Tsutsukakushi estaría satisfecha con eso, podría dejar atrás este estrambótico mundo como un muy inoportuno episodio de mi vida y finalmente me concentraría en el problema principal: Azuki Azusa.

—Está bien, lo acepto«Dios Gato». Todo es culpa mía. Así que, por favor, deshace este des—–

—¡Espera, Yokodera! ¡No apresures las cosas!

—¡¿Guha?!

De repente mis piernas ya no tocabanel suelo. Pude sentir una sensación agradable en mi espalda, seguido de una presión sorpresiva en mi estómago. El mundo se puso de cabeza,y el impacto llego momentos después, dejándome aturdido por al menos diez segundos...

—¡Escuché todo! ¡Déjamelo a mí! ¡Pero no pienses en saltar!

—Ugh...

—¡¿Y~Yokodera ?! ¿Cuál es la razón de esas heridas? ¡¿Quién te haría sufrir así?!

¡¡TÚ!!… Aunque no podía decir eso. Sabía que lo más probable es que solo estuviera intentado ser amable, pero considerando que estaba formando un puño mientras se encontraba sentada encima de mí, preferiría no probar mi suerte.

De acuerdo al Rey:

Luego de que Tsutsukakushi la obligara a cambiarse el traje de baño, le informo sobre las circunstancias e irregularidades que rodeaban a la escuela, incluidas sus sospechas de que el canalla que había rezado al «Dios Gato» no era nadie más que su Senpai, Yokodera Youto. Pero, aun así~

—No dudo de ti en lo más mínimo. No importa a qué conclusión lógica pueda llegar mi perfecta, impecable y linda Tsukiko, al igual que Dios nos trajo al mundo como hermanas, todo debe venir con un defecto – Acero-san anunció con una voz orgullosa.

Susojos brillaban más que el horizonte, reflejando el mundo, a la vez que su hermosa voz parecía traída a mis oídos por el viento.

—Presidenta...

Cuando escuché mis palabras, sonaban como un sollozo. Por supuesto, hay algunas cosas en las que sentí que probablemente debería corregirla, pero también me conmovió. Eso me recordó a una cita de “La Caza del Carnero Salvaje”.

“La desesperación inmejorable no existe”

Como tampoco existe un bañador inmejorable. Todavía acostado de lado en el balcón, miré al formidable Rey. Ella se veía más confiable que nadie en el mundo. Yo aún temblaba por el impacto, pero Acero-san lo ignoro por completo mientras permanecía sentada encima de mí. A pesar de eso, Tsutsukakushi Tsukushi creyó en mí, y sin importar la razón de ello, apreciare ese geste desde el fondo de mi corazón...

—...Y sobre eso que dije...

—¿Si?

—Entonces... ¿Podrías contárselo a tu hermano menor?Acero-san se movió nerviosa, cruzando sus dedos mientras me miraba —Ah, bueno, ya sabes, hazle saber que la presidenta del Club de Atletismo es una persona bastante amable, confiable y una potencial esposa ejemplar, ¡Pero decir demasiado lo haría sonar antinatural! Aunque dicho eso, ¡No te reprimas tampoco! ¡Sabiendo lo inteligente que eres, sé que serás capaz de ponerlo todo en palabras!

Dicho de otra forma, quiere que mi hermano menor imaginario tenga una mejor imagen de ella. Sus mejillas estaban enrojecidas, no solo por la luz del sol poniente, mientras continuaba mirándome a la vez que movía sus manos por aquí y por allá. Um, ¿A dónde fue mi reina Tsutsukakushi Tsukushi? ¿A circo-navegar el globo? ¿Puedo cambiarla por esta doncella?

—Presidenta, um... ¿Me permite organizar mis pensamientos...?

—¿Qué pasa? ¿No logré comunicarme? Eso podría ser problemático – sus dedos inquietos lentamente comenzaron a formar un puño, como si se estuviera preparando para un dar “Puñetazo de Acero” en toda regla.

El mundo empezó a temblar como loco sobre mi cabeza. ¡Ahh ya veo! Todavía continuó debajo de Acero-san. ¡Simplemente estoy siendo amenazado!

—¡Hay otro problema además de eso! ¡Y ya lo he mencionado innumerables veces!

Me preparé para lo peor y levanté la voz. No importa cuánto me amenaces, ¡No retrocederé! Hoy confrontare mis pecados.

—En realidad no...

—¡Y sigues tan bromista como siempre! A ver si un puñetazo pulverizador te hace entrar en razón.

Tengo un hermano menor. Es lo que quería decir, pero antes de que pudiera dejar escapar otro sonido, una tormenta de bofetadas cayó sobre mi como lluvia. Eran tan fuertes que se sentían como golpes reales.

—¡Tonto! ¡¿No vuelvas a decir eso?! – los ojos celestes de Acero-san brillaban como bolas de cristal transparente.

Lágrimas corrieron por sus mejillas, y empezó a sacudir mis hombros.

—¡Si te niegas a aceptarlo, te seguiré golpeando hasta que lo hagas! Herirte me duele más a mí que a ti, pero por él, ¡Juro que te pegaré fuerte!

Así que vas a protegerme de mi mismo, dándome una paliza. Sé que puedo sonar grosero cuando digo esto, ¡Pero tu amor es realmente molesto!

—¡Para ya! ¡Lo entiendo, lo entiendo! Entonces, ¿Quién es más importante para ti? ¡¿Mi hermano menor o yo?!

—¡No cambies de tema! Sus caras se ven idénticas, sus formas de hablar son parecidas y hacen gestos similares, además de que nunca están juntos. Si no tengo cuidado, incluso podría confundirlos, así que, por supuesto, ambos son muy importantes para mí.

ding* ding* ding*¡Intentemos profundizar un poco más en ese argumento que acabas de presentar!

—Hm... Me pregunto qué estará haciendo tu hermano en estos momentos... Tengo curiosidad...

—¡Con profundizar no me refería a eso! ¡Por favor no te sonrojes así! ¡Mírame! ¡Escúchame en su lugar!

—Si prometes contárselo a tu hermano menor, entonces lo haré ★

—¡No te hagas la linda ahora! ¡Nada de eso! Espera, ¿Entonces la razón por la que en realidad me creíste es porque estabas tratando de ganar puntos con mi hermano menor?

—Oye, no hagas acusaciones como esa ¿O tienes alguna prueba de ello? Vamos, ¿Dónde está la prueba? Quiero ver la prueba ¿Vez que no tienes pruebas...?

—¡Gaaaaah, ya no le creeré a nadie! ¡Guárdame un lugar, Kierkegaard, que allá voy!

—Espera un segundo, Yokodera. Hay otra razón por la cual no puedo dudar de ti.

Acero-san abrió los brazos de par en par, y una vez liberado, me indicó que diera un vistazo a nuestra transformada escuela. Un coliseo redondo, una colina verde llena de ruinas, una especie de cueva en el estanque, una fuente de agua con grabados en el patio, el campanario inclinado, los arcos que rodean los muros exteriores, los largos pasillos cóncavos, varios minaretes con cruces en los techos, una entrada a un edificio cilíndrico gigante, etc.

—…Ese antiguo gimnasio de allí. Puede que ya lo sepas, pero supongo que es el Coliseo Romano. El patio con las ruinas probablemente sea la colina del Foro Romano. La zona de baño tiene que ser la Gruta Azul. El patio es la Piazza Navona y el primer edificio, el centro de oficinas, es la Torre inclinada de Pisa. Los otros edificios que puedes ver son el Palazzo Ducale, la Galería Uffizi, la Basílica de San Pedro...

Y así. Honestamente, la mayoría de estos lugares y ubicaciones eran nuevos para mí, sin mencionar que su pronunciación parecía extraña.

—Todas estas son atracciones turísticas famosas en Italia. Hablamos de los mejor de lo mejor.

—...¿Cómo sabes todo eso?

Todo lo que he visto antes es gracias a imágenes, como el Coliseo o la Torre inclinada de Pisa. No me sorprendería escuchar esto de la bien informada Tsukiko.

Pero estamos hablando de Acero-san. Ella ni siquiera conoce la mitad del alfabeto.

—Es sencillo. Aprendí sobre Italia porque vale la pena conocerla. ¿Qué hay de Italia que valga la pena destacar?

—¿Pasta? ¿Sus autos? ¿Sus marcas de moda? ¿La Iglesia Católica?

—No exactamente. Lo más importante son sus técnicas para ligar con chicas.

—¿Eh?

—Aparentemente, los hombres italianos son hábiles para conquistar todo lo que tienen frente a ellos. Así que pensé que debería ir allí yo misma y aprender estas técnicas para cuando llegue el momento... Viendo que yo... Ya sabes... Ahora tengo dos personas importantes para mí... – Acero-san entró en su modo inquieto por segunda vez.

Básicamente, quería estudiar en el extranjero en Italia, luego pasarse a la Universidad de Massachusetts y finalmente mudarse a Arabia para formar una familia. ¡Qué plan tan impresionante! ¡Tantos sueños ridículos que perseguir! En serio, estudia estas cosas correctamente. Me siento mal por tu profesor de orientación.

—Bueno, dejando bromas a un lado...

—Nada de bromas ¡Definitivamente hablabas en serio sobre eso!

—...Lo de mudarme a Italia, era un deseo mío de hace diez años – Acero-san habló sin rodeos.

Traté de reírme, solo para apretar mi garganta de inmediato. Percibí un brillo familiar en sus ojos celeste — digamos que era un fulgor similar a cuando miró la foto familiar en su habitación. Sentimientos de soledad.

—Aparentemente, nuestro padre tenía conexiones con personas que viven en Italia. Hay un viejo álbum de fotos en las estanterías del almacén. Siempre que no podíamos dormir cuando éramos jóvenes, Tsukiko y yo tomábamos estos álbumes y los revisábamos por la noche. Cuando nuestros ojos se cerraban, pensábamos en el país lejano. Aunque eso había quedado en el pasado, ahora que estoy rodeado por ese escenario exacto, no puedo evitar sentirme nostálgica.

Incluso después de esperar un rato, no dijo nada más. La niña que había vivido sola con su hermanita en esa vieja casa embrujada, ahora solo miraba al horizonte sin verme a los ojos. A medida que el paisaje diurno del país que una vez admiró comenzó a cambiar, escuchamos las grandes campanas tocando la melodía del crepúsculo, y finalmente abrió la boca de nuevo.

—Es por eso que pienso que este podría ser mi deseo...

—Presidenta...

—Ésa es la razón por la que no puedo dudar de ti. Quiero decir, ¿Por qué Italia de todos los lugares? Me parece mucha coincidencia como para no estar involucrada.

Tsutsukakushi Tsukushi daba una imagen extrañamente confiable, pero ella solo observaba el poste de una cafetería en medio del patio, donde ondeaba la bandera tricolor de Italia... Incapaz de soportar su mirada, rompí el silencio y hablé.

—...Creo tener una idea de quién está detrás de todo esto.

—¿Qué dijiste?

—Es probable que tenga que invitarla a salir. ¿Me ayudaras?

—Por supuesto. Yo también quiero saber la verdad.

La chica que antes se encontraba sola, suavemente mordió su labio, y apacible, despegó su mirada del paisaje melancólico. Se puso de pie y me echó una mano, permitiéndome ponerme de pie de una vez más. Su palma era cálida, suave y llena de fuerza, pero sobretodo, determinada...




 

[1] Observen esta genialidad xD. Según el traductor inglés, por lo general, los kanji japoneses tienen “kunyomi” (una lectura japonesa) y “onyomi” (lectura china), y si utilizas la lectura japonesa, obtienes Yokodera, pero con la lectura china, obtienes Ouji, que en este contexto significa «Príncipe». [2] Mal pensado xD [3] Para más información, leer el prólogo del volumen 1. [4] El Mar Adriático es un golfo estrecho y alargado que forma parte del mar Mediterráneo. [5] Creo que son los golpes a palma abierta que se realizan en el sumo. [6]Yokozuna (横綱) es el más alto rango en el sumo. Su nombre proviene del más visible símbolo de su rango, el amplio (yoko) cinturón o cuerda (tsuna) que llevan alrededor de su cintura. [7] Por lo que revise es una especie de sello en con el dibujo de un perro. No es un muy relevante que digamos, pero bueno... Tu sabes xD [8] Los muñecos Daruma son figuras votivas sin brazos ni piernas y representan a Bodhidharma (Daruma en japonés), el fundador y primer patriarca del Zen. No es muy que te comparen como uno de esos. [9] Para más información, leer el volumen 2 (en caso de que se hallan saltado volúmenes). [10] Ahora que lo pienso, todo esto podría ser una referencia a Max Patkin, quien se llamaba el Príncipe Payaso del Béisbol. [11]Søren Aabye Kierkegaard fue un filósofo y teólogo danés, considerado el padre del existencialismo. [12]Esta podría ser una referencia distante a la novela Lolita, que aparentemente tiene conexiones con este filósofo, pero solo dios sabe cuál es.

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